Esta mañana nos hemos despertado con la sorprendente noticia de que había estallado la sala de bombonas de oxígeno de la madrileña Clínica La Milagrosa, en donde convalece nuestro monarca, el Rey don Juan Carlos, tras una operación de hernia discal... La noticia en seguida dio la vuelta al mundo, asociada -como es natural- a la posibilidad de un cruel atentado... Pronto se supo que fue simplemente un accidente más, dentro de la enorme gama de accidentes que envuelven a esta curiosa Monarquía...
A lo largo de los años, hemos visto cómo el Rey de España se rompía, repetidas veces, brazos y piernas esquiando en Baqueira Beret... Cómo se estampaba contra los cristales de su Palacio, al creer que no había ningún tipo de vidrio que se interpusiera en su impulsiva marcha hacia la piscina... Cómo se rompía la cadera recientemente en una decimonónica "cacería de elefantes"... Amén de un sinfín de caídas, tropezones y mamporrazos -ya más normales- que, como cualquier hijo de vecino -o hijo de rey-, se tienen a lo largo de la vida...
Ciertamente, esta Monarquía aparenta ser la Monarquía de Rompetechos...
Rompetechos es el personaje de cómic que más se aproxima a los avatares de esta Monarquía de sainete que nos ha tocado... Digo que "se aproxima", porque sus avatares, a través de las páginas de papel de pulpa, no son exactamente iguales... Nuestra Monarquía es una Monarquía gafada... que padece mala suerte y que, a su vez, confiere esa mala suerte a su entorno... Es decir, al resto del país...
Rompetechos no era un personaje que, en sí, estuviera gafado, sino que transmitía la mala suerte a su derredor, debido a los despistes provocados por su exagerada miopía...
Sin embargo, la miopía de nuestra realeza a lo largo de todos estos años sí ha transferido la mala suerte a nuestro país, al que ha convertido en un auténtico sainete de Arniches, en la Casa de la Troya o en la Casa de Tócame Roque...
Recordemos los chuscos episodios del intento de golpe de Estado de Tejero en el Hemiciclo (que a todos nos hizo recordar, en su momento, a la célebre canción "Échale guindas al pavo" en su culminante verso de "Entró un civil con bigotes"...), o las tragicómicas andanzas del yerno del Rey, Iñaki Urdangarín mendigando millonarias subvenciones para su oculto patrimonio... o las hazañas de esa "entrañable" amiga de Su Majestad, protegida durante años por la Guardia Civil y acomodada (¿y pagada por todos nosotros?) en un palacete relativamente cercano al Pardo, a la Zarzuela e incluso a las matinales corridas del expresidente Zapatero...
En fin señores... ¿cuál será el próximo esperpéntico episodio que nos depara nuestra impagable -aunque bien pagada- Monarquía...? Cojan sus asientos y acomódense... pues el espectáculo debe continuar...
1 Déjame un comentario, chati:
Si, solo que como usted bien dice Rompetechos de caía por su miopía mientras que Don Juan Carlos se cae por una mezcla de deficiencia mental y alcoholismo.
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