Si hay algo que jamás perdonaré a la Iglesia es que siempre se haya aliado con los más ricos, con los más poderosos... No pueden evitarlo... ésta -como las demás confesiones cristianas- son enormes negocios de vividores a costa de las palabras de Jesucristo...
Recuerdo cuando los Papas de turno recibían a Pinochet... o paseaban a Franco bajo palio... O echaban la bronca a obispos que luchaban por los pobres...
El mismo colegio al que fui yo (los Jesuitas de Chamartín) era una institución gigantesca para niños ricos -salvo dos o tres monos, como yo, de clase media-... Esta gente siempre se mueve en los entornos del dinero... el mayor ejemplo de ello puede ser, quizás, el Opus, algunas de cuyas residencias, empresas y negocios he podido visitar a través de amigos...
La Iglesia, primero recauda, después emplea el dinero en lo que más le interesa y, por último, cede las sobras a los pobres...
El informe secreto del Papa y que, con toda seguridad, ha provocado su dimisión, tiene que ver más con todo esto -con las finanzas reales de El Vaticano- que con la vomitiva pederastia, extendida hasta el tuétano de esta ya no "venerable" Institución...
Como dijo Jesús, hay que saber separar el grano de la paja... Y el grano (sus palabras) debe ser separado ya de la paja (el entramado administrativo eclesial y sus artificiosos rituales) para empezar a ser cristianos de verdad...
Pues no hay peor sordo que el que no quiera oír ni peor ciego que el que no quiera ver...
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