El final de la Monarquía en España

Es curioso cómo lo que parece -a todas luces- un presunto lío de faldas pueda ser lo que, al final, acabe con la Monarquía en el Reino de España...

Los más de treinta años de impasibilidad de nuestro monarca ante el enchulamiento separatista catalán y vasco, con continuos ultrajes a nuestra bandera, pitadas a nuestro himno e insultos continuos al resto de los españoles, tildándonos de ladrones, vagos e ineficientes no han servido en absoluto para que este Señor se mueva un ápice de su poltrona... Un Rey que no ha hecho absolutamente nada al respecto -cuando era su obligación constitucional como jefe de unas Fuerzas Armadas garantes del mantenimiento de la unidad de España- y que se ha limitado a enunciar contemporizadores lemas como "hablando se entiende la gente" ante algunos amigos de los asesinos etarras... Sólo por esto habría que calificar este triste lapso de tiempo como el más vergonzoso período de la Monarquía española...

Tampoco las sorprendentes afirmaciones del historiador Jesús Palacios, en las que, tan campante afirma que el Golpe de Estado del 23 F fue consentido por el Monarca como medio de promoción de su alta institución... Todavía esperamos un contundente desmentido de la Casa Real al respecto... Pero el silencio grita aún más que las palabras vertidas por el mencionado investigador...

Pero lo que sí parece hacer tambalear las patas del atribulado trono hispánico son las declaraciones de la presunta amante del Rey, Corinna, que se autoatribuye labores de representación estatal durante estos años... El Ministro de Industria no ha tardado en desmentir que esta señora trabaje para el Gobierno de España... Igual que ha hecho el señor Rubalcaba, Vicepresidente del anterior Gobierno...

Entonces... ¿Para quién trabaja doña Corinna...? ¿Y en calidad de qué...? Y... respóndaseme también... ¿en qué ha consistido su trabajo...? ¿Y acaso ha sido sufragado con fondos públicos...?

Parafraseando el célebre refrán hispánico, bien pudiéramos decir ahora que "dos tetas tiran todas las coronetas" y, a buen seguro, que no nos equivocaríamos...

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