La Diputación de Gipúzcoa ha colocado en uno de sus balcones la bandera venezolana y la ikurriña (bandera vasca) a media asta, tras la muerte de Hugo Chávez... Por contraste, la bandera de España no aparece en la mencionada institución pública española, con lo cual incumple una vez más flagrantemente la Ley de Banderas...
El insulto directo o indirecto del paletonazismo separatista de nuestro país es continuo y hunde sus raíces desde los inicios de esta aciaga Constitución de 1978, que nos obligó a dividirnos en diecisiete simulaciones de paisillos de opereta con la aquiescencia completa de todo el plantel político y de la Casa Real, que, tras años y años de seguir mirando a otra parte, sigue hundida en el silencio más cobarde...
No sé dónde quedó la antaño proverbial bravura española y su patriotismo, que tan molesto llegó a ser para los países circundantes... Pero nuestra nación, hoy en día, es una nación fundamentalmente de cobardes, que agachan la cerviz, como timoratas ancianas, ante el continuo insulto y la provocación...
La cúpula política y monárquica es un buen ejemplo del nuevo espíritu hispano, callados siempre ante el insulto y la provocación tanto internos como externos (recuérdense las continuas expropiaciones del submundo hispanoamericano ante el que nos inclinamos, servilmente, sin imponer sanción alguna...).
En el Poema de Mio Cid, un famoso verso cantaba: "Qué buen vasallo si tuviese buen señor"...
Pero el español del siglo XXI siempre será un buen vasallo... con señores eternamente vasallos...
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