En este enlace podéis ver la sorprendente noticia de que a un pobre señor, que se quejaba de fuertes dolores en el estómago, la Sanidad española le diagnóstico simplemente "gases" ("aires" o "vientos", para los que me leáis desde otros países) cuando, en realidad, tenía un desarrollado cáncer que le estaba minando la vida.
Al hombre le dieron cita para un mes y medio después, pero, no pudiendo aguantar más, tuvo que acudir a la sanidad privada, donde le detectaron y operaron de la citada mortal enfermedad.
Lleva gastados la pobre familia más de 100.000 euros en estos tres meses -es decir, les han arruinado por completo- debido a la neglicencia, inutilidad, estupidez y, en definitiva, enorme timo que es la Sanidad pública española, y el sistema sanitario no se quiere hacer cargo del disparatado gasto que él mismo ha provocado. Después de llevar años pagando obligatoriamente los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social, esta familia parece que no tiene derecho a nada.
Éste es uno más de los miles y miles de casos anuales que ejemplifican que, en España, el Estado nos está timando.
Este Estado, corrupto hasta los cimientos, diligentemente distribuirá, querido español, todos los impuestos que, con fruición, le succiona, para pagar los inmensos sueldazos de presidentes de Gobierno, ministruchos, presidentillos de comunidades autónomas, secretariotes, consejuerelos, alcalditos, concejaliños, asesoruelos, monarcas y demás jerarcas... es decir, todos los que viven a costa de nosotros haciendo que hacen algo, cuando, en realidad, su única actividad es extender la mano y llevársela al bolsillo.
¿Hasta cuándo, querido español, vas a seguir pagando tus impuestos a este Estado timador, a este grupo de vividores?
¿Hasta cuándo?
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Hace 13 años
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1 Déjame un comentario, chati:
Hace poco me contaron un caso muy parecido. Un conocido fue varias veces al médico de cabecera quejándose de dolores en el estómago. Le diagnosticaron que tenía acidez estomacal, que se tomara un medicamento y para casa. Como seguía con molestias, fue a un ambulatorio de atención primaria, donde le dijeron lo mismo. Finalmente, tras dos semanas de intensos dolores, decidió ir a un hospital de ugencias. A las dos horas lo estaban operando a vida o muerte para extirparle un tumor canceroso de 12 kilos. Se salvó por los pelos.
Lo malo de esta historia es que este hombre se quejó horalmente, cuenta su historia, pero no hizo ninguna queja por escrito. Según él: "y para qué, si eso no vale para nada, lo tiran a la basura".
Es el eterno problema de este país. La gente no se queja por escrito. Por fortuna para este hombre, todo se lo hicieron en la seguridad social.
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