Llevaba tiempo sin escribir de política, y me había prometido no hacerlo en mucho tiempo más. Pero, ante los últimos resultados de las elecciones municipales y autonómicas de España, un arrebato de indignación -e incluso un vendaval de ira- ha descongelado mi, durante cierto tiempo, hibernado estado de frustación política y ha hecho resucitar mi nunca desencaminado estado de furia antirrajoyesca...
España ha iniciado -sin posibilidad de retorno- su progresivo y no lento caminar hacia el restablecimiento de un redivivo Frente Popular -antaño republicano, ahora monarquicoborbónico...
Los resultados en la alcaldía de Madrid son la muestra más fehaciente de todo lo que digo... Manuela Carmena, la candidata de la rebautizada coalición comunista liderada por Podemos, se hará con el control del mastodóntico edificio de Cibeles y, desde allí, dirigirá los destinos de todos los madrileños apoyada, con toda seguridad, por el candidato del PSOE: es decir, Carmona apoyará a Carmena, sin duda alguna...
La debacle pepera se ha extendido a toda España y el Partido Popular perderá su poder en casi todos sus feudos locales y autonómicos... Los resultados de la alcaldía de Madrid son la muestra más palmaria de todo esto...
Si hay un verdadero culpable de este turbulento Maelstrom que acecha al PP es Mariano Rajoy... Ese auténtico inútil al mando del Partido Popular, al que su selecto grupo de palmeros -y algunos estómagos agradecidos- jalean con fruición... Es ridículo ver cómo algunos personajes de las redes sociales pelotean sin recato alguno a este sujeto, a pesar de la derrota fáctica de su partido y, en definitiva, de la derrota de España... a las que ha conducido, conscientemente y sin rubor alguno...
Como dice mi admirado Josep Maria Francàs, Rajoy es, en realidad, Zapatero II: un paso más -y quizás definitivo- hacia el abismo...
¿Qué resultados se podía esperar de un señor que ha recortado salvajemente el gasto sanitario?: arrasó con los medicamentos gratuitos que, desde los tiempos de Felipe González, se suministraban a los ancianos... Redujo al mínimo las medicinas subvencionadas por la Seguridad Social, convirtiendo a ésta, prácticamente, en suministradora de un único medicamento, el paracetamol... transformado en el nuevo bálsamo de Fierabrás de la Sanidad española, recetado casi para todo...
¿Qué se podía esperar de un señor que multiplicó vergonzosamente las tasas de los recursos judiciales, alejando por completo a las clases humildes de la posibilidad de recurrir sentencias desfavorables...?
¿Qué se podía esperar de un señor que excarceló masivamente a etarras, asesinos, violadores y gente de tal cariz, acatando voluntariamente una sentencia de Bruselas que un Estado no tenía por qué acatar obligatoriamente...? Acordémonos cómo -hace años- el Reino Unido no cumplió la sentencia bruselense que le conminaba a permitir que los presos británicos votasen en su propio país... Muchos estados no han acatado sentencias de este tipo, alegando que atentaban contra la propia legislación... y no ha pasado nada... Rajoy, por el contrario, como un servil lacayo, no dudó en liberar, en pocas horas, a estas personas sin ni siquera dejar resquicio para un nuevo intento de recurso judicial...
¿Qué se podía esperar de un señor que, al día siguiente de ganar unas elecciones generales prometiendo bajar los impuestos, los subió masivamente, convirtiendo a España en una nación con impuestos nórdicos a cambio de servicios keniatas...?
¿Qué se podía esperar de un señor que se ha portado como un auténtico cobarde ante el separatismo catalán?
¿Qué se podía esperar de un personaje que ha propiciado la privatización de la "gestión" de la Sanidad y de otros servicios públicos...? Está claro que a los privados de inteligencia siempre les ha encantado la privatización... En el PP podemos distinguir claramente las diferencias entre ser inteligente y ser listo... Hay mucho "listo" entre sus filas, pero casi ninguno verdaderamente inteligente...
¿Y, en definitiva, qué se podía esperar de un señor que fue -por dos veces- derrotado por el también inútil de Zapatero... y que ganó, in extremis, a la tercera, cuando no quedaba más remedio...? A la tercera fue la vencida... la hora de la victoria de Rajoy y de la derrota definitiva de España...
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