JASP: Jóvenes aunque sobradamente pedantes

Recuerdo, hace años, el denominado fenómeno JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados)... A los más jovenes, les explicaré que se basaba en una serie de anuncios televisivos que peloteaban sin rubor alguno a cualquier tipo de joven -es decir, al "target" de la campaña (discúlpeseme la "pedantería")- para indicarles que, aunque fueran jóvenes, estaban sobramademente preparados para cualquier avatar en la vida...

Derivadas de la mencionada campaña publicitaria, aparecieron, despúes, ideas tan falaces como aquella de que "tenemos la generación más preparada de la Historia"... que obviaban realidades tales como las masacres intelectuales generadas por las distintas y sucesivas reformas educativas (llámense LOGSE, LODE, LOE... y demás LO...curas...).

Ahora asistimos a un nuevo fenómeno JASP... Pero no al de la sobrada preparación... sino al de la pedantería extrema...

Tras los resultados de las últimas elecciones autonómicas y locales en España, hemos asistido al afloramiento de un par de partidos nuevos (Podemos y Ciudadanos) dirigidos esencialmente por un grupo de jóvenes, con un marchamo común: la profunda y prepotente pedantería de muchos de sus miembros...

Da risa -e incluso vergüenza ajena- soportar, día tras días, los discursos, miradas y gestos de estos "jóvenes" (con toda la laxitud que al término "joven" se otorga en España y que abarca a todo subcuarentón existente, aunque empiece ya a peinar canas...) que se creen con todo el derecho, el conocimiento y la suficiente experiencia de sentenciar sobre cualquier tema posible, de una forma "irrebatible", en virtud de su avejentada juventud de cascarrabias prematuros...

La altanería de muchos de estos nuevos personajes la observamos a diario en las tertulias televisivas a las que se presentan, con ese "cuerpo hamaca" (como diría un amigo mío) con el que asientan sus posaderas en el plató, esa barbilla apuntada hacia el cielo y esa media sonrisa nerviosa del que cree saberlo todo...

Es triste, pero la humildad y la sencillez es la riqueza más escasa entre esta nueva "juventud" política española, más bien producto de una inmadura adolescencia aún no asimilada que de la equilibrada madurez de la que, a su edad, ya debieran estar haciendo gala...

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