Una persona con auténtica vergüenza, con auténtico honor, señor Rajoy, jamás se hubiera quedado tan campante reconociendo que había contratado durante más de veinte años a un presunto timador para llevar las riendas financieras de su partido...
Una persona con auténtica vergüenza, señor Rajoy, jamás hubiera desdicho completamente su programa electoral nada más empezar a gobernar, encarcelando en el cofre del olvido las prometidas bajadas de impuestos para reactivar la economía.
Una persona con auténtica vergüenza jamás hubiera traicionado las esperanzas de sus seguidores sobre la supresión del mal denominado "matrimonio" gay... Usted se debe a sus votantes, señor Rajoy, no a sus miedos...
Una persona con auténtica vergüenza, señor Presidente, jamás hubiera consentido un solo caso más de asesino aborto, al menos, de los casos de legal infanticidio derivados de la vergonzosa y despiadada legislación zapateril... ¿No es eso lo que prometía usted...? ¿No es eso lo que esperaban precisamente sus votantes...?
(Fin de la cita y fin de su vergüenza, señor Rajoy)
1 Déjame un comentario, chati:
Rajoy es un tonto y un cadáver político. Está acabado. Y lo chungo es que hace parecer buenos y capaces a otros políticos que no lo son.
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