Llevo días mordiéndome la lengua para no intentar hablar del terrible accidente ferroviario de Santiago de Compostela... No sé cuándo es el momento oportuno para hablar del siniestro, porque sólo puede salir un grito de rabia para expresar sinceramente todo lo sucedido...
Pero es necesario encontrar a los culpables... y encontrarles ya. Y ondearlos... y mostrarlos en toda su desnudez inmoral ante la opinión pública para que un suceso semejante no se vuelva a repetir...
El cabeza de turco elegido para disolver responsabilidades ha sido el conductor del tren... Y no niego que él pueda ser coculpable de tamaña tragedia... Pero para alcanzar las verdaderas raíces de la culpabilidad hay que excavar mucho más hondo...
Resulta inconcebible que un tren de alta velocidad carezca de sistema de frenado automático monitorizado en todo su recorrido... Los politicuchos de turno alegan, repetidamente, que el tren de Santiago no era un tren "de alta velocidad", sino "de velocidad alta"... tratando de inventar con ello unas nuevas reglas sintácticas del español donde la posición del adjetivo tendría un valor cuantitativo... La estulticia y pedantería de esta gente no cono límites... Aducen que las velocidades de un tren de "velocidad alta" oscilan entre los 200 y los 250 km/h, mientras que uno de "alta velocidad", puede llegar alcanzar los 300...
¿Y...?
¿No son 200 km/h velocidad suficiente para que exista un control automático de frenado, si el tren supera las velocidades establecidas...? Si hasta el Metro de Madrid posee un control así...
Aquí vemos, señores, cómo vamos padeciendo, legislatura tras legislatura, una sucesión de Gobiernos sin piedad... Una sucesión de Gobiernos (de izquierdas o de derechas) a los que no les importa las necesidades básicas de la sociedad... Y una de ellas es la seguridad de los ciudadanos...
Es evidente que se escatimó en el presupuesto del diseño de estos "híbridos"- tal y como los denominan- entre los trenes convencionales y los AVE reales... Está clarisimo que el anterior Gobierno de Zapatero nos dio el timo del tocomocho ferroviario... Pero también está clarísimo que el actual Gobierno continuó con el engaño colectivo, vendiéndonos billetes de alta velocidad suicida...
La vergüenza, la auténtica vergüenza de estos Gobiernos de pacotilla que se encargan diligentemente de arrojar a España hacia un precipicio insondable es que, por contraste, jamás han escatimado en otro tipo de gastos suntuarios...
Y si no, respóndaseme: ¿acaso puso el Gobierno de turno algún obstáculo para que, por ejemplo, la casa de Su Majestad el Rey reformase y ampliase el palacete para que se alojara en él la "princesa" y "asesora" Corinna...? ¿Se escatimó en el presupuesto de tan "indispensable" obra? ¿O acaso hubo un doblar de espaldas y un lametazo de pies ante tan ridículo, insultante y vergonzoso propósito?
Sólo quiero que se me dé respuesta a esa única pregunta...
0 Déjame un comentario, chati:
Publicar un comentario