Normalmente, dentro de la vida de Jesús, símbolo absoluto de la paz, siempre se señala como un episodio en cierto modo contradictorio con su ética la expulsión a latigazos de los mercaderes del templo....
Curiosamente, sobre la violencia y Jesucristo existen dos episodios más que resultan algo sorprendentes: uno son sus palabras "No he venido a traer la paz, sino la guerra" (aunque esto puede interpretarse en sentido de lucha espiritual, evidentemente...). Lo más desconcertante aparece en Lucas 22,35-36, cuando se señala: "Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron: Nada. Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una"... Este texto ha llevado a algunos estudiosos a asociar al Jesús evangélico con otro Jesús, Jesús de Gamala, que luchó por la libertad de su pueblo por aquella misma época...
Por último, también en relación con los aparentemente antitéticos vínculos entre Jesús y la violencia... En San Mateo 27, 17, se dice: "Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?"
Pues bien... resulta que los traductores de la Biblia han ocultado que, en los textos originales, Barrabás se llamaba también Jesús y que "Barrabás" no era un nombre, sino un apodo que, en arameo, siginifica "Hijo del Padre" (Bar-Abbas). En el aparato crítico de algunas traducciones, como la Biblia de Jerusalén, o la magnífica traducción casi literal de Cantera-Iglesias, se reconoce esto mismo... La traducción debiera quedar, por tanto, así: "¿A quién queréis que os suelte: a Jesús el Hijo del Padre, o a Jesús, llamado el Cristo?"... Las dudas empezaron a surgir sobre si Barrabás y Jesús fueron la misma persona o sobre quién fue crucificado realmente... ¿Quizás el sacrificado fue el Jesús guerrero y, por esa razón, el Jesús de la paz no murió...?
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