Una cosa que me sorprendió en su momento es por qué la Iglesia, en su nuevo Catecismo, publicado no hace muchos años, no condenó explícitamente la pena de muerte a los asesinos, que aplican naciones democráticas y verdaderamente libres como los Estados Unidos...
Ahora, tras la excarcelación progresiva de esta manada de asesinos por parte del Gobierno traidor y colaborador de ETA de España, comprendo esta postura...
También entiendo por qué la Iglesia, en ocasiones, no hace caso ni al mismo Jesús...
Éste dijo: "Quien a hierro mata, a hierro muere"... Pero esto no es cierto... Quien tiene voluntad de matar, mata y nunca es correspondido con la misma moneda...
Al menos en España y en otros países cobardes...
Cuánto daño han hecho estas palabras de Jesús a la Humanidad y ha transformado a muchos seres humanos en melifluos cobardes que tan sólo esperan que sean otros los que hagan justicia por ellos, o, si no, un Ser Supremo, en una hipotética otra vida...
Así se quitan de encima el engorroso deber de vengar por ellos mismos a las inocentes víctimas de su entorno...
Menos mal que la misma Iglesia, en algunas ocasiones, no es cristiana...
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