¿Quién iba a decir que los tiempos que comenzaron siendo de auténtica histeria obamaníaca no serían más que el preludio de la definitiva caída por el precipicio de los Estados Unidos...?
Mala señal dieron estos enfermizos estados cuando propagaron por el mundo el aún inexplicable mal de las hipotecas basura... La enfermedad se convirtió en una auténtica plaga en la, quizás, mayor crisis económica mundial, de la que aún muchos países no hemos salido...
La deuda pública de la administración estadounidense es proverbial y su déficit comercial no encuentra parangón...
El "acontecimiento planetario" -en palabras pajinianas- que fue la llegada de Obama, se convirtió en aumento del paro en esta nueva imPotencia Mundial y en una nueva huida de los compromisos en Irak que tanto nos recuerda a Zapatero... Al principio todos pensábamos que ZP no era más que un triste émulo del Presidente americano, pero, a estas alturas, ya no sabemos quién imita a quién... Mr. Obama parece que está siguiendo todos los pasos -como un probo alumno- del Atila monclovita...
Para más inri, estos días se ha hablado mucho de la posible quiebra -o, al menos, suspensión de pagos- de la administración estadounidense... Un hecho sin igual en la Historia y que tira por los suelos los siglos de prestigio que tan trabajosamente había construyendo esta prestigiosa nación...
Recordemos, por otra parte, que la mayor parte de la deuda pública americana está en manos chinas, que ya se cierne como el nuevo e inquietante sustituto de la que fue la nación de las libertades...
Y por último... El remate de todo el asunto... Los Estados Unidos han anunciado la supresión definitiva del programa de transbordador espacial, con lo que, a partir de ahora, los astronautas estadounidenses tendrán que ser transportados en naves rusas...
¿Quién iba a decir que la antorcha de la carrera espacial que, aparentemente, había ganado la gran potencia norteamericana frente a la Unión Soviética, finalmente sería recogida por la sucesora de ésta, la nueva Rusia...?
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