Parece ser que al tierno infante le horada sus tiernos oíditos el rudo ruido de la palabra "jamón", por lo que su madre, escandalizada ante tamaña ofensa, rauda, ha acudido a interponer la mencionada denunciada ante la servil policía.
Y a eso es a lo que voy: no a criticar a una mujer histérica que se ofende ante lo inofendible; no a una chalada que decide denunciar lo indenunciable, sino a focalizar el tema en lo que la policía ha hecho.
Hablo de "servil policía" precisamente por la actitud que han adoptado nuestros agentes del desorden.
Los agentes policiales, en lugar de mandar a esa señora a freír espárragos -que creo que sí son comestibles para los musulmanes-, decidieron admitir dicha denuncia e ir a interrogar al pobre profesor.
Éste es el ejemplo que nos dan nuestras fuerzas de "seguridad": ya hace unos días arremetí contra la Guardia Civil, tan presta ahora a impedir que la gente acuda a cristiana misa en el Valle de los Caídos como antes, en tiempos del microgeneralísimo, propensa a enchironar al que no se desgastase las rodillas en los reclinatorios.
Ahora es la Policía la que se dedica a molestar a un pobre profesor al toque de rebato de una musulmana que no está en sus cabales.
¿Para esto pagamos a estas fuerzas de seguridad?
¿Para que nos impidan ir a nuestros oficios religiosos y nos impongan los religiosos odios ajenos?
Vergüenza me da de esta España y, especialmente, estos funcionarios públicos que, en lugar de imponer la racionalidad, parecen que intentan implantar los oscuros designios del Nuevo Orden Mundial.
6 Déjame un comentario, chati:
Perdona, pero la policía judicial cumplió las órdenes del juez, que es quien tomó la decisión de interrogar al profesor.
La culpa es del juez, no de la policía.
Filoloco, una vez más escribes sin informarte demasiado sobre el asunto en cuestión. La policía hace lo que le ordena el juez. Si el juzgado admite a trámite la denuncia, la policía, actuando como policía judicial, no tiene otra que seguir las órdenes del juzgado.
Sobre este tema, lo que se planteaba en la denuncia era una supuesta discriminación por razones religiosas que después se supo no eran ciertas, pues el profesor no había hecho nada ilegal, sólo mentar el jamón serrano que se cura muy bien en clima frío y seco, el asunto ha sido archivado e incluso las asociaciones musulmanas, en este caso parece que han actuado con sentido común, han calificado la denuncia de "absoluto disparate" y "majadería".
¿De verdad, no te has planteado ofrecerte como reportero a algún periódico sensacionalista inglés de la prensa amarilla?
Archivado o no el asunto no puede quedarse sin comentar, y sin difundir.
Cierto es que las fuerzas del "orden" no tienen derecho a decidir por ellas mismas lo que es denunciable o no, ellos estan para recoger la denuncia, sea la que sea, y ya se vera si es tramitable o no posteriormente, cuando pase por el juzgado. Por lo que ahi no puedo estar en acuerdo contigo. Donde esta el problema es en la legislacion, y por ende en el gobierno que legisla.
Lo que es lamentable, hasta un punto altamente insoportable, es el hecho en si. Es que en este pais estemos dando una imagen tal que cualquiera de cualquier sitio pueda llegar a pensar que puede sacar partido de las absurdas leyes de proteccion a las minorias. De la absurdez legal a la que estamos llegando en el donde no se legisla son rigurosidad y realismo, sino con discriminacion positiva.
El "Dura lex sed lex" usado antaño se ha cambiado por un compendio de discriminaciones en los que cabe cualquier tipo queja con cualquier tipo excusa para que alguien intente destrozar la vida de otra persona.
Y decir para terminar que cualquier dia de estos no podremos andar por la calle sin pañuelo las mujeres o sin barba los hombres, para asi no molestar a los que por sus creencias se sientan molestos al vernos afeitados o sin burkas.
@ Stop:
¿y tú no te has planeado afiliarte al PSOE o a la Asociación de Gays y Lesbianas?
Aspirante y Stop:
Parece ser que no os habéis enterado de que la señora jamonófoba interpuso la denuncia en una COMISARÍA. Por lo tanto, es la Policía Nacional la que debiera haberla mandado a freír espárragos por hacerles perder el tiempo, pero ellos, muy sumisitos, no dudaron en pasarla a los juzgados.
Si queréis meter también al juez que mandó molestar al pobre profesor, estoy de acuerdo. Los únicos que obedecieron órdenes fueron la Policía Judicial, pero no la Policía Nacional, que admitió en comisaría dicha absurda denuncia.
La policía no es tonta. Se supone que como seres humanos los policías saben distinguir entre lo correcto y lo erróneo, y tendrán una valoración de lo que les manda hacer el Ministerio de Interior. No son unos santos, Stop, son unos peleles.
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