"¡Por España!" siempre ha sido el grito de los patriotas a lo largo de los años, a lo ancho de las décadas y en lo profundo de los siglos. "¡Por España!" o "¡Por el Rey!", personificando en la augusta majestad de turno el sentir conjunto, unánime, de una nación.
Sin embargo, esta proclamación, orgullosa y sincera, guerrera y generosa, empezó a sufrir cierta competencia allá por los comienzos de la aciaga "Revolución" Francesa (recordemos lo ya dicho en otras ocasiones: los golpes de fuerza de la Derecha se denominan "golpes de Estado", mientras que, los de la Izquierda, adquieren el "ilustre" y risible nombre de "revoluciones"...).
Desde el inicio del Histerismo Francés, un nuevo grito comenzó a asomar en el panorama patriótico mundial, y éste no fue otro que el de "¡Por la Constitución!".
La Constitución de turno, tan recambiable en un Estado como una compresa en la menstruación, vino a sustituir el concepto de "Patria".
Al grito de "¡Por la Constitución!" o "¡Viva la Constitución!" hemos visto caer y elevarse a Gobiernos, hemos contemplado derramar sangre hermana en continuas guerras civiles, no sólo en España, sino en multitud de países.
Nuevos competidores del grito patriótico aparecieron con posterioridad, todos ellos orientados para acallar el nombre de la patria natural: "¡Por la Revolución!", "¡Por la Internacional Socialista!"...
..."¡Por la República!"
Gritos falsarios que buscaron constituirse en sustitutos de la madre natural de todos: nuestra Patria, nuestra nación... Nuestra España.
Desde hace años vivimos en un medio natural que nos ha vuelto a retrotraer a esas oscuras etapas de exaltación de la pasajera Constitución de turno, y de olvido y denigración de nuestra auténtica madre política, España.
Una negra etapa más de adoración a lo pasajero, a lo trivial, a lo cambiable, a lo circunstancial, y de olvido de lo eterno, de lo realmente enraizado en el ser de todo aquel español bien nacido...
"¡Por España!"
Siempre por España.
Y jamás por Constitución alguna, "ley de leyes" que no suele ser sino un deforme espejo -cóncavo o convexo- de la límpida imagen de nuestra Patria natural.
8 Déjame un comentario, chati:
Borra este comentario, haz lo que quieras, pero eres un asqueroso y despreciable fascista. Métete tu basura de pais por el culo
Tranquilo, Álex: dejo tu comentario para que todos vean el "alto" nivel intelectual que tenéis todos los totalitarios que siempre llamáis "fascistas" a los demás...
XDDDDD
Todos luchamos por un ideal. Sin embargo, hay ideales mas grandes que otros. Al grito de viva España, solo lo superan los gritos: Viva Cristo, viva la humanidad. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD
Toda palabra debe tener un contenido. Sin contenido... ¿qué nos dice la palabra?
Supongo que dentro de la palabra España, cada cual coloca la imagen y la idea que más le plazca. Para mi, España debería ser muchas cosas, cosas que no es, que no ocurren, y que puede que no ocurran jamás de los jamases.
En mi imaginario, España es algo indefinible, libre, indomable e incalificable. Y quizás, aunque la actual constitución no es perfecta, tiene errores, y las pocas cosas buenas que pudiera tener y que dice, ya se encargan los politicos de mierda de que nunca se cumplan, con todo eso, creo que lo mejor que le puede sentar a España, es que lo bueno que tiene la actual constitución se cumpliera, y los derechos individuales, los colectivos, los sociales, los culturales, los judiciales, de justicia, fueran algo más que palabras manoseadas cada cuatro años por una panda de mafiosos.
No entiendo esta manía de algunos llamados patriotas en arremeter contra la actual constitución. ¿Cuál es la alternativa? ¿Un caudillo? ¿Una camarilla de obispos dirigiendo el país? ¿Un torneo cuyo vencedor sea declarado Rey? ¿Una república que lo cambiaría todo para no cambiar absolutamente nada de nada?
Creo que hay cosas más importante y provechosas que apostar por este tipo de soluciones que deben hacer las delicias de los independistas periféricos. Seguro que se mueren de risa.
Te felicito por dejar el comentario de Alex. Seguro que es un facha catalufo excremental estatutario...
O tal vez una vasquerosa deyeccion provinciana, boinacantropica y protopaleta...
Dile de mi parte que no todos (como seguramente el) tenemos el culo tan dilatado como para que nos quepa un pais, por diminuto que sea.
Para Alex: Te puede gustar más o menos una opinión y dar la tuya sin tener que ofender, que el insulto es el libro de cabecera del que no tiene argumentos. Además, si este país te parece una basura y vives en él, tienes la opción de marcharte a otro que sea del agrado de tu nariz, y si no vives en él, no tienes ni por qué opinar.
Dicho esto, me parece muy acertado lo que has escrito Filóloco (como casi todo lo que leo de ti). La constitución se puede cambiar. Que hay que liar la de dios es cristo...pues sí, pero para eso se les paga a la casta política, para que trabajen por levantar España, y no para destruirla como están haciendo en beneficio propio.
Un saludo.
Gracias, Alfonsinn. Gracias, Erin :-)
El insulto deja de serlo cuando el adjetivo se convierte en sustantivo. Nadie insulta a un burro por decir que es un burro.
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