Es increíble, pero progresivamente, en este triste Estado gobernado por un partido votado por once de millones de sujetos a cuyos cerebros debió de afectar la fiebre de la gripe porcina con antelación a todo el mundo, podemos observar cómo, poco a poco, día a día, sibilinamente, vamos perdiendo libertades, derecho a la intimidad y hasta el derecho a ser previsores en el cuidado de nuestra salud.
Cuál no sería hace unos días mi sorpresa cuando, al ir a pedir Tamiflú a una farmacia (el único medicamento, que sepamos, que puede curarnos de la gripe porcina que nos asola), me dijeron que el "Gobierno" había dado orden de requisar este medicamento, que se suministraría exclusivamente en hospitales, donde decidirían si era pertinente que el paciente lo tomase o no.
Imagínense esta situación en un país en que haya un régimen totalitario y en el que el Gobierno desee eliminar a ciertos "elementos subversivos" que no estén de acuerdo con el statu quo que haya alcanzado la situación de esa nación. Ese régimen totalitario, podría decidir perfectamente a quién darle Tamiflú y a quién no. Los médicos adictos al régimen, obedecerían felpúdicamente la orden y se quitarían de en medio al disidente político. Después, con decir que el paciente no manifestaba al principio signos claros de esa enfermedad o que se le había hospitalizado demasiado tarde, todo arreglado.
No digo que esto esté pasando en España (en este país de las "libertades", estas cosas NO se pueden decir, como NO se puede cuestionar la figura del Rey y como tantas otras cosas que TAMPOCO se pueden decir).
Así que, como no se puede decir, no lo digo.
Sólo digo que puede pasar.
Pulsa en las ETIQUETAS para encontrar otros artículos relacionados
2 Déjame un comentario, chati:
Hola pasa por mi blog que tienes un premio.
Muchas gracias, amigo: y rápidamente ya he puesto en la vitrina el Premio Blog Dorado :-)
Publicar un comentario