Gallardón dimite

Nos acabamos de enterar, hace unas horas, de que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha presentado su dimisión tras ser mandado al baúl del olvido su proyecto de reforma de la Ley del Aborto...

Desde aquí no lamentaremos en absoluto la salida de escena del juego político de este personaje (esperemos que sea definitiva)...

Atrás, este personaje deja un rastro de eterna ambición, sediento siempre por ocupar todo alto cargo político concebible...:

Lo vimos como presidente de la Comunidad de Madrid... Como alcalde de la capital de España... Hasta hace escasos momentos, como ministro de Justicia... No es de extrañar que sus siguientes pasos fueran la trepa hasta la Vicepresidencia e incluso la Presidencia del Gobierno...

¿Cuál es el balance de esta auténtica personificación del ansia del poder...?

Para mí, uno de los peores expedientes que un político pudiera esgrimir:

En primer lugar, un ridículo y continuo fracaso en su pretensión de que Madrid fuera ciudad olímpica, aderezada por la previa construcción de multitud de instalaciones deportivas sin que nadie se lo hubiera pedido... edificadas con la soberbia de aquel que piensa que se merece, obviamente, ser elegido y que pasarán, por siempre, al cajón de las vanas ilusiones...

En segundo lugar, el mayor endeudamiento del ayuntamiento de Madrid de toda la Historia, que seguirán pagando, durante años, generaciones y generaciones de ciudadanos...

Y, por último, una Justicia más inaccesible para el humilde, con la insultante elevación de las tasas judiciales ante recursos a segundas instancias... Nada más ni nada menos que el pobre pisoteado legalmente por el rico...

¿Que el Presidente ha rechazado su proyecto de Ley y, por ello, se ha enrabietado, ahogado en su propio orgullo...?

Gallardón: no llores ya como un niño lo que no supiste defender como un político...

Rajoy, ese pusilánime que conseguirá la secesión de Cataluña

Ya, desde los tiempos de la Revolución Francesa, quedó muy claro para cualquier politólogo de pro que una de las bases de la estructura del Estado moderno se asentaba en la separación de poderes: Legislativo, Ejecutivo Judicial... Las tres patas de la moderna Democracia... un poder que establece las leyes, otro que juzga su incumplimiento y otro que ejecuta, tanto las leyes procedentes del legislativo como las consecuencias derivadas de las sentencias judiciales...

España es un taburete de dos patas desde hace mucho tiempo... pero, más claramente, desde que este nefasto partido, que se dice de derechas, viene llevando las riendas de nuestra nación...

No hablo tan sólo del incumplimiento reiterado de su programa electoral (con la mentirosa y traidora subida de impuestos padecida, el excarcelamiento acelerado de etarras y el olvido de la nueva Ley del Aborto que pretendía devolver el estatus de este vomitivo y despreciable acto a la tibia situación del felipismo)... Hablo de que tenemos un Poder Ejecutivo que, sencillamente... no ejecuta. El ejemplo más claro y vergonzoso lo observamos en la sentencia del Tribunal Supremo sobre el flagrante incumplimiento de la ley educativa sobre la enseñanza en español que se perpetra en Cataluña.

El Gobierno de la Generalitat, encabezado por Artur mas se negó en redondo a cumplir esta sentencia. Desde ese mismo primer momento, el Estado, en su faceta de Poder Ejecutivo, debiera haber actuado y haber hecho que se ejecutara la mencionada sentencia. El reiterado incumplimiento de la misma, igualmente, hubiera conllevado a inhabilitar a este secuestrador de la convivencia española que es el señor Artur Mas.

¿Pero qué ha hecho el señor Rajoy... ese inmenso pusilánime votado por tanto patriotero, que no patriota... Nada... Absolutamente nada...

De esos polvos vemos estos lodos. Y ahora contemplamos la triste figura de este inoperante absoluto, de este Zapatero II, comportándose como la baqueteada marioneta del nacionalismo catalán... No haciendo nada y esperando... Esperando a que Artur Mas vuelva a mover ficha... Teniendo a sus ministros en estado de alerta durante el fin de semana para convocar una reunión urgente del Ejecutivo e interponer el melifluo recurso ante el Constitucional con el que pretenden apagar el fuego diabólico de la secesión (por cierto, el origen etimológico de "diabólico" es, precisamente, el vocablo griego "diabolos": 'el que separa, el que trae la discordia').

¿Cree Rajoy que los enchulados y embravecidos secesionistas no van a sacar sus manipuladas urnas a la calle aduciendo "que es ilegal"...? Es tan absurdo como decirle a un ladrón, que nos va a robar navaja en mano, que no puede hacerlo "porque es ilegal"...

Señor Rajoy: su pusilanimidad, inoperancia y, en definitiva, absoluta cobardía es la que va a propiciar la disgregación de España...

El peligro para la unidad de nuestro país no es el separatismo de ninguna especie... es la carencia de voluntad para coger firmemente las riendas de un poder ejecutivo del que usted, como un timorato avestruz que esconde la cabeza en un hoyo, parece rehuir...

Cataluña: Somos una nación... de muertos...

¿Hacia dónde caminas, Cataluña, amortajada de engaños...?

¿Hacia dónde marchas, calada por la mentira hasta la dura profundidad de tus huesos...?

Cubierta por la pútrida piel de una corrupción... que tus ojos -como cuencas vacías- nunca llegan a ver...

Hediendo racismo en cada uno de tus pasos tambaleantes...

Sorda ante los gritos de la razón, ciega a la humildad, muda ante la la verdad de Historia...

¿Hacia dónde caminas, ensoberbecido cadáver sólo con pasado y sin futuro alguno...?

¿Pretendes insultarnos llamándonos "españoles"...?

¿Qué eres tú, sino un espejo roto que no consigue reflejar su propia imagen...?