Anoche tuvimos el placer de ver enfrentados dialécticamente a dos pesos fuertes de la política española, situados, cada uno, en su correspondiente y opuesto platillo de la balanza de la opinión pública. El curioso evento tuvo lugar en el programa "La Sexta Noche", del canal televisivo español La Sexta.
Lo más destacable del mismo fue, sin lugar a dudas, la negación de don Pablo Iglesias a repetir literalmente las palabras "Los etarras son asesinos" y "Los Castro son dictadores", tal y como le requirió reiteradamente doña Esperanza Aguirre, del Partido Popular.
El pedantillo y engreído líder de Podemos, con su notoria pose de autosuficiencia, evadió continuamente la respuesta y se fue por peteneras, una y otra vez, desviando la atención sobre el tema central por el que este señor ha interpuesto una querella contra la líder del Partido Popular...
A lo sumo, después de un rato de incesante porfía, se atrevió a decir tan sólo: "Podemos condena la actividad de ETA"... Pero decir "Podemos condena la actividad de ETA" no es exactamente lo mismo que decir "Los etarras son asesinos"... Es más, ni siquiera dijo "Los de Podemos 'condenamos' la actividad de ETA". Eludió, evidentemente, la primera persona para diluir su tímida afirmación en una lejana tercera persona...
Un ejemplo: si -verbi gratia- nos opusiéramos a unas prospecciones petrolíferas de Repsol, podríamos decir, sin ningún problema, "Condenamos la actividad de Repsol"..., aseveración que no tiene nada que ver con la afirmación "En Repsol son unos asesinos"... No es lo mismo condenar una actividad que decir explícitamente que sus actores son asesinos...
"No por sus palabras... sino por sus silencios, realmente los conoceréis..."
1 Déjame un comentario, chati:
No sabes ni lo que estás diciendo, seguro que eres del PP
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