Sinceramente, no quería entrar en este debate concreto, porque me aburre el pasado, pero un amigo lo sacó muy recientemente a colación, así que entraré, pues, al trapo...
En primer lugar, no entiendo cómo hay un solo católico, un solo cristiano, que pueda alabar a uno más de los golpistas que han circulado por la humanidad. Una persona que haya pisoteado el mandamiento de "No matarás" no es digno de admiración alguna. Y ese sujeto propició la muerte de centenares de miles de personas.
En segundo lugar, y entrando en el tema concreto que da título a esta entrada, deseo señalar que, entre los cientos de procedimientos que dicho personaje y sus histéricos pelotillas de brazo en alto emplearon para arruinar a mucha gente sencilla, destacó el método del cambio inmediato de moneda sin previo aviso y con un margen temporal de sustitución de moneda casi inexistente. De un día para otro, anuló el dinero republicano y apenas hubo tiempo para el mencionado cambio...
Mi abuelo, por ejemplo, un humilde soplador de vidrio con seis hijos -que no había participado en la Guerra Civil-, perdió los ahorros de toda su vida, porque su dinero ya no valía...
Cientos de miles de familias se quedaron, así, sin efectivo alguno y los que tuvieran alguna propiedad las tuvieron que malvender a precio de risa a las enchuladas familiotas de los que habían ganado la contienda civil...
Ése fue el origen de las inmensas fortunas de muchísimas de las familias que ahora llamamos "de bien" y que pululan entre el variopinto mundillo de lo que denominamos centroderecha y ultraderecha...
A lo mejor, querido lector, el origen del dinero de tu misma familia tiene ese turbio origen y ni siquiera lo sabes...
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