Bueno, por fin parece que, poco a poco, se va mostrando la realidad del asunto que trae de cabeza a nuestros agricultores y, por los suelos, al prestigio de nuestro país: los pepinos españoles ni están contaminados, ni nada de nada...
Todo ello no ha sido más que uno de los múltiples insultos que, sobre la dignidad de nuestro país, ha vertido la nación cuna del nazismo y que mayor número de torturadores por metro cuadrado ha ofrecido a la trajinada historia de la humanidad...
Alemania... ese país de perdonavidas, de chuloputas displicentes, de soberbios embadurnados de grasas y bañados en cerveza, de michelinianos zampabollos e insoportables filósofos... ¿Qué ha aportado a la humanidad, salvo buenos compositores?
Esa locomotora europea tiene más de loca que de motora... Ese gordo pánzer etílico que, desde hace meses, no nos ha hecho más que perdonar la vida con exigencias financieras, con darnos instrucciones sobre cuándo jubilar a nuestros ancianos (mientras que los suyos conservarían los privilegios que nos quieren negar) y regañarnos porque nos tomamos demasiadas vacaciones, a la vez que sus trabajadores disfrutan de un más prolongado descanso... ese país de "eficientes" deficientes mentales, no contento con todo lo dicho y hecho, se ha empeñado ahora en pisotear la dignidad española rebajándonos a la altura de un microbio contaminente...
Y mientras tanto, nuestro Gobierno, nuestras instituciones, nuestra Monarquía, calladitos como meretrices ante la continua e incesante cascada de ataques teutónicos...
Un amago de que "exigiremos a Bruselas algún tipo de compensación"... y nada más.
Este país, señores, perdió la dignidad hace demasiado tiempo y ya parece tarea difícil -si no imposible- que la vuelva a recuperar alguna vez...
1 Déjame un comentario, chati:
A que espera zapatero ? no lo entiendo..
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