Sinceramente, la payasada que tuvimos aguantar el 23 F, perpetrada por este presunto periodista llamado Jordi Évole, pasará a los anales de la Historia del insulto público a la inteligencia del espectador...
Que durante una hora tuviéramos que soportar la broma en la que se nos intentaba convencer de que todo el mundillo político de los años 80 estaba compinchado en el diseño de aquel chirigotero golpe de Estado -desde el Rey hasta Santiago Carrillo, Felipe González, Manuel Fraga, Adolfo Suárez y un largo etcétera de políticos- no tiene perdón de Dios... o al menos de una audiencia inteligente...
Mi tiempo es oro y, desde luego, personalmente me sentó fatal que esta especie de troll(ero) de las ondas me lo hiciera perder al menos durante una hora...
Es cierto que la primera impresión suele ser la certera... Cuando empecé a escuchar las falsas declaraciones de los personajes públicos -por algunos de los cuales sentía cierta admiración, hasta ese momento- que participaron en la farsa, intuí que todo podía ser una burda imitación de aquella famosa pantomima en que distintas personalidades públicas estadounidenses (entre ellas Henry Kissinger) nos intentaban hacer creer que el hombre jamás había llegado a la Luna... Ni en esto fue siquiera original el señor Évole, que, seguramente, cobraría pingües emolumentos por esta patraña sin gracia alguna...
En fin, a esto ha llegado España, a encumbrar a personajes que debieran ser guardados, para siempre, en el baúl del olvido o en el oscuro sótano de la vergonzante estulticia...
Descanse en paz por siempre la inteligencia en los medios de comunicación españoles...
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