Hoy es "jornada de reflexión" en España.
Indico esto para todos aquellos de mis lectores que no sean españoles, no sepan de qué va el tema y se sorprendan de que los nativos de aquí -al menos una vez cada cuatro años- nos dediquemos a "reflexionar".
La reflexión es un bien escaso -por no decir inexistente- en nuestro país, así que aprovechemos esta sabatina jornada para reflexionar sobre nuestra cruda realidad.
Para los aún alucinados extranjeros que me leen indicaré, además, que, en el día de reflexión, está "prohibido" hacer ningún tipo de propaganda electoral, ante las elecciones que se celebrarán mañana.
Y en esa palabra es en la que quiero inccidir: "prohibido".
Porque en este país está prohibido todo... o casi todo:
Como dijimos, está prohibida cualquier propaganda electoral el día previo a unos comicios, en contraste con las democracias avanzadas -como la estadounidense- en las que, hasta el último segundo del día previo a las elecciones, uno puede expresar libremente su opinión, su intención de voto y hasta puede ser convencido para cambiar dicha intención de voto.
Esta prohibida la publicación de encuestas electorales la semana precedente a las elecciones: es decir, asumimos lacayamente nuestro derecho a estar desinformados...
Nuestra microcéfala "Carta Magna" también nos prohíbe elegir periódicamente a nuestro Jefe de Estado, con lo cual nos endosa un señor que nadie ha elegido directamente frente a otros adversarios, y a toda su descendencia... hasta la Segunda Venida de Jesucristo...
Igualmente nos prohíbe criticar a la persona del susodicho Jefe de Estado.
Para más inri, este Señor no está sujeto a ninguna responsabilidad judicial... Es decir está prohibido procesarle, haga lo que haga...
También está prohibida la convocatoria, a partir de la recogida de determinado número de firmas, de referendos por iniciativa popular, como, por el contrario, sí se hace en otros Estados verdaderamente democráticos y no "Relamente" fascistas, como el que padecemos...
Por otra parte, nuestra pútrida Constitución del setenta y ocho prohíbe que los escasísimos referendos que cualquier Gobierno se digne en convocar sean vinculantes... Por el contrario, serán sólo consultivos. es decir, el pueblo podrá opinar una cosa y el Gobierno podrá hacer -"legalmente"- justo la contraria...
Además, se obliga a que todo ciudadano español posea un DNI -que deberá renovar periódica y borreguilmente-, en lugar de poder emplear cualquier otro documento oficial -como el carné de conducir, la cartilla de la Seguridad Social, etc.- tal y como se hace en países realmente libres, como los Estados Unidos. Es más: es obligatoria la toma de huellas digitales a los ciudadanos, mientras que en un país civilizado, como los ultramencionados Estados Unidos, se consideraría un gravísimo insulto para las perssonas honradas, pues dicha toma se hace sólo a los delincuentes. Debo recordar, para los ágrafos que no me entienden, que el invento del "carné de identidad" fue una iniciativa de los países dominados por el fascismo de la primera mitad del siglo XX (Alemania, Italia y España....).
Y, por último, también se prohíbe la tenencia de armas de autodefensa para los ciudadanos honrados. Las armas quedarán sólo en manos del Estado... y de los delincuentes, que siempre saben hacerse con ellas...
Reflexionemos, reflexionemos, pues, sobre el fascista Estado actual que, a cambio de la inserción de un papelito en una urna cada cuatro años -la zanahoria del burro- os "habéis dado", mediante ese ridículo e hipócrita papelajo que llamáis Constitución del 78 y que votaron vuestros timoratos padres...
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