Hace ya unos días que nuestro vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, visitó Afganistán, en el típico acto propagandístico diseñado para sustituir a Zapatero si nuestro indeciso inútil de La Moncloa decide retirarse por fin a su socialista chalet de 1.000.000 de euros.
Una cosa me llamó la atención: en su brindis con los militares, se limitó a decir simplemente "¡Por el Rey!", en lugar de añadir "¡Por España!" -antes o después, tanto monta...
El vídeo del brindis en cuestión no lo he encontrado en You Tube, seguramente censurado por las críticas que suscitaría su universal difusión.
Todo ello me recordó a la idéntica actitud que manifestó hace tiempo nuestra ministra de Defensa, Carmen Chacón, que concluyó el brindis con un "¡Viva el Rey!" sin mencionar en ningún momento a la pobre España, que tan atribulada la tienen estos despreciables despreciantes.
Eso sí: peloteo al Rey, todo el que haga falta.
Pero a España, ni una triste mención.
Porque esta es la raíz del asunto:
Precisamente el Rey es el mejor garante de esta Constitución.
Y esta Constitución es la mejor garante de que España permanezca débil y dividida entre una miríada de autonomías, que, de paso, permiten colocar a un casi infinito número de funcionarios y demás especies de chupópteros devorafolios, muchos de ellos familiares y amiguetes de los parásitos en el poder.
Hoy en día, cada grito de "¡Viva el Rey!", pronunciado por esta gente, devuelve a nuestros oídos el triste eco de un "¡Abajo España!".
Hace 13 años
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4 Déjame un comentario, chati:
Hombre, si vive poco y lejos a mí no me importa que dure un poco más.
Filo
Este tan traído y llevado tema, el de la Monarquía, suele ser el úníco en el que no coincidimos. Me consta que es un asunto con el que estás, digamos, especialmente "sensibilizado", lo que te lleva, en mi opinión, además de a ser especialmente subjetivo y sectario, a cometer graves errores de bulto.
Permíteme, a riesgo de resultar pedante, una pequeña explicación.
Por razones familiares, llevo TODA MI VIDA, asistiendo a celebraciones militares: paradas, desfiles, misas de campaña, ofrendas a los caídos, vinos de honor, cenas de gala, homenajes a los patronos de las Armas, etc... Quiero decir con ello que conozco al dedillo el protocolo militar. Básicamente y en lo esencial, NO HA CAMBIADO en décadas, ni siquiera con la llegada de la Democracia. No se brinda por España. Se brinda, siempre, por el Jefe del Estado. Es una cuestión de protocolo. No lo ha elegido Rubalcaba. El brindis, de acuerdo con el protocolo, lo propone la autoridad, normalmente militar, de más alto rango, presente en el ágape. Obviamente, el brindis es un acto en el contexto de una celebración tipo Almuerzo, Cena o Vino Español, normalmente bajo techo. No es una parada militar o un desfile, sino una celebración con ágape, que empieza con unas palabras de bienvenida del que ejerce de anfitrión y, con el brindis, da por inaugurada la Comida, Cena, etc... con lo que los convocados saben que se puede empezar a comer. Cuando el anfitrión finaliza las palabras o pequeño discurso, siempre termina diciendo; "Y ahora, levantemos nuestras copas y brindemos por el Jefe del Estado y nuestro Primer Soldado (por ejemplo): Por el Rey". A lo que todos los presentes responden levantando su copa y contestando al unísono: "Por el Rey".
Así que no seamos tiquismiquis, Filo. Es protocolo riguroso. No se elige. Sería ridículo brindar por España. A España se la ensalza con un "Viva", no con un brindis. Y el "Viva", en las FF.AA., está también perfectamente protocolizado, y antes de ese brindis, generalmente, ha habido una parada militar, en presencia de la Bandera, durante la que se ha honrado a España con los consabidos "Viva", de acuerdo con la liturgia establecida. A todo pulmón y como Dios manda.
Pilar Vaquero
Creo que el rechazo que nos produce a muchos la figura del rey está plenamente justificado. En varias ocasiones, el rey de todos los españoles, se ha decantado publicamente por un gobierno socialista que a los españoles no nos ha traido más que desgracias.
El Rey ha faltado a su neutralidad obligada y a estas alturas de la película, todos sabemos las razones. Prefiero un brindis por España en momentos en que lo que queda de nuestra nación es bien poco. Y el rey si quiere honra que se la gane.
Yo la inquina que tengo para con el monarca se la debo a su inexcusable comportamiento cediendo nuestro Sáhara al enemigo, sin luchar por él.
Me dio tal soponcio de niño al verlo, que aún no lo he olvidado...
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