Me comenta una amiga que "mientras la Constitución proteja a los jueces cuando éstos violan la ley y aplastan nuestros derechos, no habrá justicia"...
Para mí, esta desigualdad no es tanto problema de la Constitución, sino de la no aplicación de la misma... Antes de esta Constitución, los jueces seguían ultraprotegidos. El Estado siempre se ha configurado como un entramado de protección para gente privilegiada (reyes, políticos, jueces, militares, millonarios...). No creo que cambie eso nunca, mientras pensemos que la democracia e igualdad jurídica se limitan a insertar un papelito en una urna cada cuatro años...
La desigualdad jurídica llega ahora hasta extremos tan intolerables como el hecho de que los recursos judiciales, ante sentencias desfavorables, deban ahora pagarse (dejando, por tanto, desvalidas a personas con escasos recursos económicos), por obra y gracia de ese nuevo ministro de Justicia -Alberto Ruiz Gallardón-, que, como alcalde de Madrid, desarrolló una desastrosa gestión administrativa de tal calibre que ha dejado a la capital de España con una impagable deuda, que deberán soportar generaciones y generaciones de madrileños...
Los límites de nuestra democracia nos los imponemos nosotros mismos, con nuestra pasividad e indolencia. Nos dejamos guiar y adoctrinar por unos medios de comunicación completamente inclinados ante oscuros poderes políticos y económicos, y nos dejamos anegar por la marea alta de los abusos y la desigualdad, hasta que ésta acabe ahogándonos por completo...
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